Por Catarina.
Cuando uno viaja en autobús tiene dos opciones: dormir en el trayecto o mirar la película que se proyecta. La segunda opción no siempre es la mejor, ya que o se trata de un documental de los años 70's o bien una película infantil sin la menor gracia.
Por suerte, una ocasión en que mi hermano se trasladaba a su trabajo, vio Mi nombre es Khan, una película por demás lacrimógena y con mensaje, que nos muestra la crueldad humana, la inteligencia, el Síndrome De Asperger, la religión musulmana, la cultura de la India, los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el bullying; sin dejar de lado la hermandad, siendo este valor el principal tema de la película.
Recomiendo esta historia para quién quiera reír y llorar al mismo tiempo. También para confirmar que los ojos más hermoso del mundo se encuentran en algún lugar de la India (Kajol es un claro ejemplo). Sobre todo, la sugiero para entender de una vez por todas que en el mundo sólo existen dos tipos de personas: las buenas y las malas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario