sábado, 6 de septiembre de 2014

Siempre a tu lado, Hachiko.

Por Catarina.

"Penélope
tristes a fuerza de esperar
sus ojos parecen brillar
si un tren silba a lo lejos"
 
(Joan Manuel Serrat - Augusto Algueró)

Así como Penélope se quedó esperando a su amor, así se quedó Hachiko esperando a su amo. Una historia real en un mundo donde tenemos mucho que aprender de los animales. En mi caso tengo unos gatos que me han dado ejemplo del más puro amor; son una pareja que se abraza y se besa, cuida a sus crías y los defienden de todo peligro. 

Pero hablemos de la película, para empezar está protagonizada por uno de los galanes otoñales más guapos del mundo Richard Gere y por un perro de raza Akita; la relación entre estos dos personajes es la anécdota principal de la película, una anécdota bastante corta en realidad, sin embargo, bien contada.

Lo cierto es que no quiero entrar en detalles, la razón es simple, cuando vi el film me atrapó de principio a fin y la historia aunque ya la conocía, me gusto de sobremanera. Sólo me concentré en ella y deje de lado detalles técnicos.

Lo poco que puedo decir es que si algún día tengo un perro espero tener una relación tan cercana como la de los protagonistas, empero sin finales lacrimosos. También espero que gasten los mismos pañuelos desechables que yo cuando vean esta película.  






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