martes, 13 de diciembre de 2022

Hasta que la plata nos separe... y la construcción del amor.

Por Raven Haired

Muchas veces pedimos que haya tramas originales en las telenovelas que vemos actualmente, muchas veces criticamos el hecho de seguir re-versionando la historia de La Cenicienta, muchas mujeres ya no queremos ver el arquetipo del príncipe azul perfecto, y creo que a pesar de que Fernando Gaitán fue un escritor prominente de finales de los 90´s lo entendió todo, me sorprende que en los últimos años a pesar de tener nuevas versiones de sus telenovelas (Betty en NY por mencionar alguna) las historias nos sigan sorprendiendo por los temas actuales que toca y por desafiar los canones establecidos por años.

Hoy quiero hablar de Hasta que la plata nos separe. Es una telenovela escrita por Fernando Gaitán, el genio creador de Betty la fea. Estrenada originalmente en 2006 fue un boom televisivo que ha llegado a diferentes rincones del mundo. En su momento cuando se hizo la versión mexicana con Itatí Cantoral y Pedro Fernández, yo debo confesar que la veía por pedacitos y mis papás no se perdían ningún episodio, cómo mi papá se llama Rafael supongo que le hacía gracia que el personaje de Pedro Fernández se llamará como él, recuerdo que ellos estaban fascinados con la telenovela, a mí me parecía un poco absurda y boba, así que nunca me atrapó del todo, pero muchas veces en casa era tema de conversación. En recientes fechas Netflix (mi casa) estrenó una nueva versión y al parecer ha sido un gran éxito dentro de la plataforma. 

Esta vez por alguna suerte del destino, la vi anunciada en Netflix y sólo quise ver algún capítulo por curiosidad, bendito destino semi-cruel, ya que me atrapó totalmente, fue la trama, la química de los actores protagonistas, la producción, las actuaciones, la fotografía, tantas cosas que no se ni por donde empezar. Debo confesar que una vez que la empecé a ver, no me pude detener, comí, tejí y casi dormí viendo la telenovela, hasta que no le vi fin.

Pero en este nuevo gran descubrimiento he podido observar varias cosas. Tenemos a un protagonista que se enamora de una mujer rica (venida a menos), y tenemos a una protagonista que de vez en cuando hace de villana. Él pobre, descuidado y "feo" pero carismático con positividad tóxica. Ella mujer con problemas de ira, a veces superficial, a veces un poco ingenua, pero no virginal, ni pura, ni santa. Ambos con relaciones estables pero tóxicas y obligatorias hasta cierto punto. Ambos atados a sus parejas por promesas de índole sexual y por lo tanto llenas de manipulación, ella con un hombre atractivo que le ha dado noches apasionantes y candentes, que se cree es de su mismo nivel social e intelectual. Él esperando que su novia bonita y buenota se anime a darle por fin el tesorito "puro" y "virginal". Ambos a punto de casarse con los amores de sus vidas.

Y esto es lo que me gusta de esta telenovela, que ambos protagonistas son personas sexualmente activas, "enamorados" de sus respectivas parejas. Ambos son personas no de 16 o 18 años, por lo menos los actores que interpretan los papeles rondan los 39 años y los personajes son de esas edades mas o menos. Ninguno de los dos recibe un castigo moral por aceptar sus bajas pasiones, y eso la vuelve interesante ya que se nos plantea un escenario en el que ambos se van interesando uno en el otro, cómo yo creo que muchas veces se interesan las parejas. Pero vamos por partes, y quiero analizar cómo se va construyendo la historia de amor entre Alejandra y Rafael.

Rafael al ser un buen tipo, ingenuo, soñador, encantador y simpático. Logra muchas cosas a través de su actitud de trabajar arduamente hasta conseguir sus metas, metas que no suelen ser ambiciosas, él no trabaja para ser rico o para darse lujos, él trabaja para mantener a su mamá alejada del desgaste que le ha dado la edad, y para pagar la universidad de su hermana. Cuando conoce en fatídicas circunstancias a Alejandra, él la encuentra preciosa, admira su belleza y se da cuenta que es una mujer de buena cuna, pero sólo puede apreciar su físico, algo que va a marcar durante toda la historia, pero que da un giro ya que a pesar de las cicatrices que ella tanto detesta él las reconoce cómo un adorno precioso que solo hace que resalte aún más su belleza natural. A Rafael Alejandra le entra por los ojos, y al final descubre que ella tiene buen corazón, alegría, diversión y desfachatez, cómo él.

Alejandra es una mujer que aprendió a fijarse en las apariencias, que entiende que si ella deja de ser bonita su novio adorado la va a dejar, sabe que debe trabajar para un padre que está perdiendo la memoria, que debe tener una fuerte cantidad de dinero para pagar las deudas millonarias que le ha generado una hacienda embargada, y que quiere pagar una boda carísima para satisfacer las demandas de su novio vividor. No es una mala mujer, pero ha aprendido a ser dura con sus empleados, ha aprendido a que todo en la vida es trabajar y ganar dinero. El día que conoce a Rafael, todo en él le produce rechazo, le provoca odio y desprecio, lo considera un hombre malo que acabó con su vida (o sea con su dinero y belleza). Pero poco a poco lo va valorando, lo encuentra encantador, noble, de buen corazón. A Alejandra Rafael la conquista por el corazón, por la bondad y las palabras bonitas que nadie le había dicho, Rafael la quiere con sus cicatrices que la hacen "fea", la quiere sin dinero, sin hacienda, fracasada y triste. Ella poco a poco se da cuenta que él tampoco está de mal ver, que tiene su encanto y su guapura.

Claro que es una telenovela en la que hay situaciones fantásticas y rebuscadas, pero se agradece que no sea la típica historia en la que los protagonistas se enamoran a primera vista, hay una construcción del amor que sienten el uno por el otro, hay atracción, pasión y complicidad, que se va dando a lo largo de varios capítulos. 

No hay que dejar de lado que a pesar de todo, una telenovela por cómica o banal que se vea, puede tener un trasfondo de crítica social, en este caso la telenovela toca temas como la pobreza; el empeño que ponemos en solo hacer dinero y no vivir para algo más; critica a la familia machista Latinoamericana; incluso puedo destacar que tiene un poco de crítica a la religión y a salir de los esquemas que ésta marca; habla sobre sexualidad e infidelidad; marca mucho la honestidad y cómo debemos ser fieles a nuestros valores sin caer en un discurso moralista ortodoxo.

En conclusión, se lleva un 6 de 5 estrellas en mis gustos personales, se ha convertido en una de mis telenovelas favoritas, la recomiendo ampliamente si gustan de reír y de llorar. Es una gran historia de enemies to lovers. Gran opción para entretenerse durante varias semanas, o unos pocos días con sus noches.


domingo, 19 de junio de 2022

 Un efímero saludo

                                            Por Catarina

¡Hola! Te envío un saludo esperando que todo esté de maravilla...

Un lunes 30 de mayo por la noche recibí un mensaje parecido al anterior; me sorprendí, eras tú. Carlos, mi Carlos, el Carlos de mi vida, el Carlos de siempre, mi Doctor. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mis amigos, después poner un meme en mi estado de Whatsapp que encontré en FB, pero que me pareció bastante representativo.

Me armé de valor y respondí el  mensaje, te escribí que me daba gusto saber de ti...Esperaba una contrarespuesta o una invitación a ser tu amiga en FB; nada de eso, fuiste escueto, te respondí de la misma manera pero te noté seco, no coqueto, eso era raro, muy raro.

El miércoles te mandé un mensaje, te escribí que a pesar de la distancia, y de los distanciamientos, siempre has estado conmigo. Me acuerdo que apareciste en mi tl de TW, apareciste cuando tuve aquel viejo problema con Gloria, ver tu foto de armó de valor para encarar aquella situación que hasta el día de hoy me pesa. Y ahora, aparecías de nuevo, el martes me habían anunciado mi cambio de adscripción; ese miércoles era mi primer día en un nuevo lugar. Te agradecí, me agradeciste por tenerte siempre en mi mente; me hiciste una pregunta ¿Qué has hecho de tu vida?, mi respuesta: todo aquí sigue igual, sólo que hoy entro a trabajar a un nuevo lugar.

Al otro día de nueva cuenta estaba bloqueada. Lo bueno es que alcance a decirte algunas cosas, te confesé aquellas canciones con las que te recuerdo, cada 20 de abril apareces por mi mente en voz de José José, y como canción de Armando Manzanero antes que llegué el último verano de mi cariño te habrás olvidado. Esta vez no fue diferente, llegaste en primavera como hace seis años (curiosamente el calendario está igual este año que aquel 2016), te fuiste más rápido.

No niego que me gustó saber de ti, me sorprendió tu mensaje, pensé que ya te habías olvidado de mí. Sentí feo, me puso triste que te hayas ido, me hubiera gustado que te quedarás...

Cuando respondí que aquí todo sigue igual me refería a lo sentimental; aunque no sé, creo que ya no me gustas tanto como antes, sigues siendo especial en mí...Sin embargo, creo que no sigo tan igual, estudié una maestría, espero que tú estés estudiando una alta especialidad.

Después de que te fuiste, lloré todo el verano del 2016, pero antes del otoño decidí comprarme zapatos para recorrer nuevos caminos, decidí escuchar nuevas canciones, leí nuevos libros, intenté no recordarte, intenté no hablar de ti; me sorprendí que llegarás en mayo de 2022, nuestro mayo, mayo siempre ha sido un mes especial para nosotros, seguro no te acuerdas. Desapareces en junio, o en julio, supongo que por eso el 2 de junio ya no estabas...

Me hubiera gustado platicarte más cosas, contarte a detalle que durante el 2017 estudié italiano, ese año hice mucho ejercicio, fui a un gimnasio, quería estudiar una maestría...En el 2018, empecé los trámites para una maestría, ahora en Guadalajara, ese año casi renunció, pero resistí...En el 2019, empecé por fin con una maestría, fue un año difícil, dejé el ejercicio pero fui con una nutrióloga; dejé las clases de italiano; pero ese año conocí a Paco, nuestro amigo en común, y quien se ha mantenido al margen, aunque con él te he mandado saludos, la felicitación en tu cumpleaños y un libro...Del 2020, qué te cuento que no sepas ¡qué difícil! dudo que mi año haya sido más complicado que el tuyo siendo médico, en plena pandemia ¿te acuerdas que vivimos una juntos? pero en aquella ocasión, en aquel año desapareciste como es tu costumbre...Del 2021, pues no hay mucho que contar, casi todo se centro en el trabajo, en mi trabajo, quería tener un año relajado para dedicarme a la tesis pero al energía se fugó a otro lado; claro, hice un diplomado, conocí un buen amigo, está guapo; me invitaron a dar un  curso a una dependencia gubernamental... Y de este, pues estoy con la tesis, por eso me hubiera gustado que te quedarás, me gustaría tener inspiración para redactar bonito, me hubiera encantado que aparecieras en las dedicatorias o en los agradecimientos ¿te imaginas? Al Dr. Silva, por siempre estar aún en la distancia... En fin, lo cumplí conocí nuevas canciones, leí más historias, me gustaron otras personas, recorrí nuevos caminos, conocí nuevas personas, hice nuevos amigos, me quiero ir a vivir a Guadalajara, por ejemplo...

También te dije que tomé una captura de pantalla para tener un recuerdo tuyo; creo que te mentí, ahora que me acuerdo Paco me ha pasado tres fotos tuyas: una en donde te está abrazando, otra del sábado previo al envío del mensaje y la otra de la fiesta del siguiente sábado. Paco es muy buen amigo, siempre me ha dicho que no actúa ni actuará como interventor, aunque creo que sí lo ha hecho al hablarte de mí. Le preguntaste: ¿Qué fue de ella? y ¿Cómo se ve?, tuviste curiosidad y quizá por eso mandaste el mensaje.

Quizá en algunas cosas estoy igual, pero en otras estoy mejor, Si regresas serás bienvenido, me gustaría platicar, tal vez invitarte a comer, tomar un café o una cerveza para darnos cuenta de lo mucho que hemos avanzado. Si ya no apareces, yo seguiré igual, siempre deseando que estés bien y que seas feliz...

La importancia de llamarse Carlos

Por Catarina.

La vida nos lleva por distintos caminos. En esta vida todo tiene un nombre. Las afirmaciones anteriores, en mi vida, son una sola, y de algún modo, todos los caminos me llevan a "Carlos".

Las personas (hombres) más importantes de mi vida, llevan ese nombre...

Cuenta la leyenda que los papás arman parejas; cuando vas a una reunión de amigos, resulta que tus padres ya decidieron con cual de todos los hijos de sus amigos te vas a casar, para los adultos resulta gracioso, para mi no, afortunadamente,en mi caso todo era un chistesillo, nada formal, aún así no me resultaba nada gracioso que el papá de Carlos, me llamará nuera. Aquí hago la primer nota, el primer Carlos, mi primer "novio" (nunca lo fue), es un tipo de risos rubios, pero muy parco para mi gusto, ni fu ni fa, no es feo, de hecho ha mejorado con los año, Obviamente no somos ni fuimos novios, no nos casamos, nunca hemos pasado del "Hola, ¿cómo estás?" y él ya se casó con alguien de su elección y sé que viven en Los Ángeles...

Los siguientes Carlos llegaron a mi vida justo en mi etapa de pubertad. En la Secundaria tuve tres compañeros con el mismo nombre "Carlos", Carlos Antonio, Carlos a secas y Carlos Alberto. Aquí hago la segunda nota; Carlos a secas pasó con más pena que gloria en mi vida, era un tipo alto, gordo, con pecas y flojo, yo fui jefa de equipo en una clase y él es el tipo con el que más he peleado, nunca cumplía con la tarea y retrasaba al resto; Carlos Antonio, era un tipo muy inteligente, en ocasiones alzado, en otras liviano, en muchas coqueto pero con todas menos conmigo, sé que hoy es ingeniero y él paso sin pena ni gloria; la gloria la conocí de manos de Carlos Alberto (curioso nombre) un tipo guapo, el más guapo del salón, creo que fue una de las primeras personas que me gustó en la vida.

En la prepa conocí a otro Carlos Alberto, la persona que más me ha gustado en la vida; de él ya he escrito mucho, así que esta entrada no daré mucho detalle.

En la facultad, hubo un Carlos que fue mi maestro, con el cambió mi forma de ver la vida; me dio clases de Historia del Arte y después me ayudó a llevarle un libro al Carlos de la prepa. Era una especie de padre académico y creo que a veces lo sigue siendo.

Otro Carlos memorable fue un psicólogo que tuve, excelente persona; pero, como todo lo bueno de mi vida, y muchas veces los Carlos no duró mucho en mi vida.

Hoy sigo esperando al Carlos eterno, un buen amigo que dure para toda la vida. O un amor, que no necesariamente se llame Carlos. 

miércoles, 15 de agosto de 2018

Cenicienta, la primera de mis princesas.

Por Raven Haired

Cuando se es niña, y ahora lo entiendo, la sociedad te indica qué es lo que te debe gustar cómo niña, o sea deben de gustarte: las muñecas, el color rosa, las labores domesticas, la sumisión, el matrimonio, los hombres, los bebés ¡¡Pero esperen un momento!! esta entrada no hablará sobre feminismo, machismo, identidad de género e identidad sexual. Hoy les quiero hablar sobre mi fascinación extraordinaria hacia las princesas de Disney, que si, que sé que esas ideologías disneylandianas de aquellos primeros años contribuyen a implantar en las niñas a muy corta edad los roles de género preestablecidos, sin embargo si se tiene una educación basada en la equidad y la igualdad de género no debe afectar en lo más mínimo en tu desarrollo cómo adulta, o por lo menos eso es lo que la experiencia me ha enseñado. Así que empecemos por que quiero que esto se convierta en una hermosa saga basada en las princesas de Disney y su impacto en mi vida, no cómo mujer feminista, si no cómo niña romántica que cree en las hadas.

No sé que año era pero yo estaba muy pequeña, seguro tendría unos 4 años, tengo recuerdos vagos sobre esa experiencia, sin embargo tengo uno muy claro en mi mente: una pequeña zapatilla de cristal dentro de una caja transparente en medio del lobby o algo del cine y una fila de niños tratando de adivinar la contraseña del candado de la caja transparente para poder quedarse con la ansiada zapatilla de cristal. Era el año en el que mis papás nos llevaron a ver La Cenicienta al cine y había un concurso para ganar la zapatilla, mi mamá dice que a la entrada del cine estaba replicado el castillo de Disney (Creo ahora que me puse a investigar y por la descripción, era el Cine Continental), yo sólo recuerdo la zapatilla, la alfombra roja del cine, la caja transparente y mis tres intentos fallidos por abrirla.


Yo nací en 1986 en la CDMX y todavía alcance a conocer esos cines donde las salas eran enormes, cómo teatros para ver opera, incluso recuerdo El Palacio Chino, recuerdo las permanencias voluntarias, los lentes rojo con azul de cartón para las películas en 3D, los telones, los asientos rojos, los niños subidos en el escenario junto a la pantalla jugando y mis papás diciendo -No puedes subierte ahí por que te vas a electrocutar-. Ir al cine siempre ha sido de mis cosas favoritas de la vida, pero cuando era niña ir al cine era cómo ir a una fiesta, mi mamá me ponía algún vestido bonito, y los adultos se vestían elegantes, nos compraban gaznates y copas holanda. Yo me sentía en otra época, cómo en los 50´s y me fascinaba, mis papás inculcaron en mí el amor al cine con esos rituales tan hermosos, no había fin de semana completo sin ir al cine.

Regresemos al tema del título y hablemos de La Cenicienta, para mí es mi primer princesa, no la favorita, no la mejor, no la que representa a mi época e ideología, pero es la primera que recuerdo, incluso tal vez mi primer recuerdo de Disney. Recuerdo que la vi y me encantó, recuerdo que yo lo quería todo, el vestido, la carroza, las zapatillas, del príncipe no me acuerdo muy bien, pero hasta los ratoncitos me gustaron, pero lo que mas me impactó fue la magia, el hada madrina haciendo su magia.

Seré sincera en este punto, amo a las princesas de Disney, las amo en su perfecta imperfección, las amo pero las critico, las acepto pero conozco sus defectos, por supuesto que cuando eres niña no ves lo que en realidad te están tratando de decir, el mensaje secreto de la Cenicienta cómo en muchos otros relatos es: sólo un hombre rico te podrá sacar de la miseria, no importa que no lo conozcas bien, ve y cásate con él, por que el matrimonio es la solución de todos los problemas, es lo que todas las chicas quieren y cuando crezcas es lo único que tu debes buscar. Claro que hoy en día ese es un discurso obsoleto aunque muchas mujeres siguen pensando que encontrarán al príncipe azul.

Hace poco y ahora con una pequeña obsesion que se ha vuelto a reaviviar en mí, me he pasado viendo películas de Disney cómo en una especie de replanteamiento de mi propia existencia, entonces volví a mirar la nueva versión de La Cenicienta, la versión live action. En serio qué maravilla de película, el príncipe es masculino y guapo (aka Rob Stark), la Cenicienta es la maravillosa Lily James que no deja de sorprenderme y cómo alguna vez dijo Horacio Villalobos al verla en Mamma mia 2 -¿Cómo es que debe prepararse alguien para ser como Lily James? canta, actúa, baila, es preciosa, joven y talentosa- a mí simplemente me parece encantadora en esta película, perfecta, divina, graciosa.

Amo la primera versión de Cenicienta por lo que representa para mi infancia, por el impacto que dejó en mi pequeño ser al verla en el cine, pero el live action es una pieza extraordinaria que no se deben perder, es más me aventuro a decir que es de los mejores live action que ha hecho Disney.

Para terminar sólo diré que tal vez lo que más me gusta de la Cenicneta y lo que siempre me ha gustado es que recrea una fantasía misteriosa que tenemos todas las niñas: Usar un hermoso vestido magnifico, usar unas preciosas zapatillas a juego e ir a una fiesta glamorosa donde haya un muchacho guapo que te haga bailar por todo el salón. Quiero ese vestido azul, pero sobre todo quiero ese par de hermosuras de cristal. 

Y yo sólo me pregunto una cosa... ¿Quién se habrá llevado a casa la zapatilla del concurso de adivinar el código del candado?

jueves, 1 de septiembre de 2016

Soy tu fan

Por Catarina.
En esta etapa de la vida llamada pubertad, yo dedicaba mis vacaciones a ver televisión, jugar con mis primos, leer revistas. Cosas típicas.

Un día esas actividades se vieron truncadas, pues mis papás me informaron que me habían inscrito a un curso de verano. Yo me rehusaba, no me habían pedido mi opinión y no estaba en mis planes el tener una responsabilidad extraescolar en las vacaciones.

A pesar de eso, fui al dichoso curso, me divertí, aprendí algunas cosas, pero nunca me imaginé que ahí conocería a mi fan, al número uno de mí no muy nutrido club de fans.

Cabe aclara que en el curso había una división, los salones de la izquierda eran ocupados por las niñas y los de la derecha por los niños. La única forma de conocer a alguien del sexo opuesto era a la salida. Ni en el receso podías cruzar al otro lado de la escuela.

Así pasó el verano, iniciaron las clases en segundo de secundaria y al entrar a mi salón me percató de que había nuevos compañeros, uno de ellos de pelo rubio llamado Roberto y sin pena le preguntó si él había tomado el mismo curso de verano que yo, la respuesta fue afirmativa, él se acordó de mí, nos vimos dos o tres veces a la salida y en una de las pocas actividades mixtas.

Días después lo veo platicando con otros nuevos compañeros, quienes también habían tomado dicho curso. Y Ahí empezó la historia.

Uno de los otros, se llama Aldo, un nombre común, simple, que define perfectamente al portador, en este caso, un tipo no guapo, sin mucha presencia, no muy interesante. Mi fan, por fortuna y por desgracia.

Desde ese día, Aldo quién también le pregunto a Roberto por mí, no me soltó. A nadie le he gustado tanto como a él. Dicen que entre una persona y otra, hay sólo seis grados de separación. Aldo utilizó todos los grados para llegar a mí. Me lo presentaron alrededor de 6 personas distintas, en diferentes momentos.

El novio de mi amiga, su primo Roberto, mi vecina, la amiga de mi vecina, mi otra vecina, le hermana de mi otra vecina. Estaba presente en la cafetería, en el parque, en el centro comercial, en la parada del autobús, en la clase de educación física, en el camión…

A mi nunca me gusto, no había nada interesante en él. No me sentía atraída, pero desde mi vanidad, puedo decir que era bonito tener un fan. Me gustaba sentirme vista, saber que para alguien era bonita, que podía levantar suspiros. Fui muy cortante con él, no lo niego, incluso hasta grosera.

Un día, un maestro de Química se dio cuenta de lo mucho que yo le gustaba  Aldo y me dio un consejo, de los mejores que me han dado en la vida y aún lo conservo: “Usted se merece algo mejor, no le haga caso a ese tipo, si va a andar con alguien, por favor que sea más inteligente. Búsquese a alguien más guapo y sobretodo más interesante, más listo. Usted es mucho para tan poco. Trate de exigir en sus relaciones lo mismo que usted ofrece, o pida un poco más. En pocas palabras, Aldo es muy poco para ti, tú tan bonita e inteligente y él con dientes chuecos y reprobando materias”

Debo confesar que en cuanto a calificaciones escolares siempre me ha ido bien, por eso muchas personas me consideran inteligente, pero yo creo que la inteligencia va más allá. No me considero, tampoco, una belleza apabullante.

Sin embargo, hoy recuerdo a Aldo, precisamente por eso, para él yo si era bonita e interesante. Curiosamente hace unos días recibí una invitación en FB de su parte, le pregunté algunas cosas, algunas dudas que me rondaban desde ese entonces.

Él respondió y sus palabras me dejaron helada. Me dijo que yo era bonita, lo reafirmo, también aseveró que yo tengo baja autoestima, por no considerarme bonita cuando si lo soy. A él le atrajo la falta de sonrisa en mi rostro, la manera en como camino “el misterio entre tanto silencio”.

Palabras más, palabras menos, son las mismas con las que me definió el doctor (mi ex) “el misterio con el que te mueves”. Entonces caí en cuenta que mi simpleza, como yo le llamo, es lo que atrapa…

Reafirmé que soy bonita y debo elevar mi autoestima. A Aldo, sólo le agradecí el ser mi fan y la sinceridad con que respondió el cuestionario que le hice. También le ofrecí una disculpa por lo mala onda que era en la secundaria. Le expliqué que él a mí no me gustaba y yo no quería hacerle falsas ilusiones…

Cuando quise aceptarlo cómo amigo, había cancelado la solicitud. De todos modos, no habría pasado nada, él es casado y tiene una hija.

No sé si sigue siendo mi fan, o simplemente la nostalgia lo ataco y quiso saber de mí. No lo pregunté, no lo hice para no derrumbar el mito, el mito que yo construí en mi mente adolescente, el de tener un fan y sentir que para él no hay nadie más bonita que yo.

Soy una simple mortal, pero algún día fui una mujer inalcanzable con un séquito de fans, él pos supuesto fue el miembro honorario.


 .







*Gracias por aparecer en el momento indicado.


lunes, 25 de julio de 2016

Mis Batallas (el punto final)

Por Catarina

Sí todo salé como lo planeo, en los próximos días recibirás un libro, ese libro del que tanto te hable, el libro que ha marcado mi vida de una manera especial...

Tal vez no lo recibas, tal vez... pero yo no me quedo con ganas de nada, esta vez no, decidí que al dejar que ese libro rodara yo habría puesto punto final a nuestra historia, a mi historia...

No escribí dedicatorias, no lo hice, quiero que tú solo, te des cuenta de quien te lo manda, espero con ansias tu reacción, lo que hagas con el libro dirá mucho lo que yo significo para ti. No es que me importe, no sé como explicarlo, quizá sigo sintiendo aquel paroxismo...

Las dedicatorias, como el libro mismo, las suelto al aire, no esperando una respuesta, simplemente ya no quiero tener algo contigo, ya lo intentamos y no funciono...

Las dedicatorias van aquí... no para ti, van sin remitente, van para soltar  nudos y cerrar heridas, extirpar todo lo que me estorba y no me deja avanzar en busca de nuevos libros, nuevas historias, nuevas canciones, más reales, más sinceras...

Para el lobo:
Gracias por aquellas eternas noche de invierno, la luna nos cubrió, me invitaste a ser tu luna, a cubrir con mi rocío tu cuerpo, así lo hice pero en silencio, muchas veces me quede callada, por respeto a tus relaciones; y luego, luego vino ella, la mujer de tu vida, aquel abril... en mayo, durmiendo con la luna, sin esperar nada de ti recibí las mejores palabras, pero tu recuerdo se desvaneció, desapareciste sin dejar rastro, te busqué una y mil veces hasta dar contigo. Parecía todo, un producto de mi imaginación, alguien que construí y quizá nunca existió. Me pregunté tantas veces, si alguna día te acordarías de mi, si tú también me buscabas, la respuesta era obvia pero a mi me gusta la fantasía...

Espero que algún día tus palabras sean leídas por miles de personas, es decir, que tu libro sea publicado.

Para Mariana:
Te idealice y sobre tu imagen construí una persona perfecta, que me apabulla, que me pone al borde del paroximo, me confunde, me derrite, decidí llamarla Mariana como la del libro (Las batallas en el desierto) te llamé así pues siempre me impresionaban tus palabras, tu voz, tus ojos, tu inteligencia, eras la encarnación de lo que yo buscaba en una persona, y una sola persona lo tenía, eras tú. Siempre aparentaste más edad, tanto física como mental, tan caballeroso que no parecías un adolescente. Era evidente que me llevas una vida de venta en experiencias amorosas, pero yo como Carlos me conformaba con un abrazo y un beso en las comisuras, nunca te ofrecí sexo y tú nunca me lo pediste, decías que entre nosotros, en nuestra relación no era esencial, te importaban más los detalles, los besos en las manos, en la frente, brindarme una sonrisa, hacerme reír y penetrarme sólo con la mirada de tus ojos almendrados...

Espero que seas siempre un caballero, que no se te olvide nunca como tratar a una dama y que tus mujeres nunca te traten mal, nunca te engañen,nunca te mientan, que siempre te regalen sonrisas, que no sean pesimistas como yo...

Para el doctor:
A usted si le puse una dedicatoria, en el libro escondí una tarjeta, en alguna ocasión mande la foto de dicha tarjeta, es una simple forma de demostrar lo mucho que confió en usted. Siempre reconoceré su inteligencia y esas ganas de comerse al mundo, de nunca conformarse, de exceder todos sus límites...

Cuando yo tenía 16 años, entré por casualidad a un salón que no me correspondía; ese día un joven de pelo largo, chamarra de cuero, se paro frente al salón dijo que él iba a ser un médico, un gran médico aunque también le gustaría ser cantante de una banda de rock y al menos ya tocaba la guitarra. Desde ese día me sentí atraída por usted, hoy ya tiene título y cédula de Médico Cirujano y Partero, ya cumplió uno de sus sueños y yo sigo suspirando por usted. Algún día me enteraré de sus logros como Neurocirujano, ese día a la distancia, con orgullo diré ese doctor, seguramente no se acuerda de mi pero iba conmigo en la prepa.

A Carlos:
Me gusta tu nombre, me gustaba cuando una vez que entendiste el juego me llamabas así...

Me gustaba tu frescura, tu cabellera larga y alborotada, tus ojos, tu mirada, el color de tus ojos, tu voz, tus palabras, tus letras, tu caballerosidad, recuerdo lo bueno y con eso me quedo; no voy a mencionar lo malo, por la sencilla razón de qué lo único que quiero es desearte lo mejor, agradecerte toda la felicidad que me diste, que me hayas permitido ilusionarme, me quedo con las ganas de un último beso, en las comisuras por su puesto, pero si el libro pasa por tus manos las cuentas estarán saldadas. Utilizo tus palabras, "Somos dos deseos, que vislumbrando un mar, se conformaron con ser brisa" y las mías "Somos fragmentos de historias discontinuas y paralelas"

Hoy ya no tienes motivos para gustarme, sólo queda el recuerdo, ya se te fue la brisa de adolescente, ya eres un hombre. Te deseo lo mejor, espero que algún día conozcas a la verdadera "ella" que sea bella, que brillen juntos como luna llena y sin eclipses.

Agradezco que esta vez si te despediste, cuídate mucho, sé feliz y sigue tu vida...


Cerati, ya lo dijo: "Poder decir adiós es crecer"

viernes, 27 de noviembre de 2015

Los 2000: La Década que Todos Vivimos

Por Catarina

He vívido en 4 décadas y dos de ellas me parecen fabulosas: los 90's y los 2000. En entradas anteriores he hecho referencia de ello, en la primera viví mi infancia y en la segunda mi adolescencia.

Puedo decir que recuerdo los acontecimientos más significativos, la moda, las películas que se estrenaron, lo que veíamos en televisión. Y por supuesto la manera en cómo dichos sucesos acompañaron mi vida...

Mi primer amor y el apogeo de MSN Messenger, la secundaria y la popularidad de Christina Aguilera, la prepa y el mundial de Alemania en 2006, la lista es interminable.

Actualmente mi vida parece quieta, no me he enamorado, la moda no me gusta, no me gustan las telenovelas actuales, no me apasiona la música, no veo fútbol. No sé con la edad he perdido el entusiasmo, o esta es una época de transición, en dónde mis amigos se casan, tienes hijos, estudian maestrías, mientras yo estoy desempleada. En cuanto a la cultura pop, la respuesta es más fácil en Tv abierta nos invaden los refritos y Netflix va ganando terreno, hoy tenemos
Watsapp, Telegram, Twitter...


Me gusta recordar, por eso me emocioné cuando supe que National Geographic Channel va a transmitir la serie: "Los 2000: La Década que Todos Vivimos" y no me la pienso perder,  ahí estaré los domingos a las 9 de la noche recordando aquellos no tan viejos años...