martes, 13 de diciembre de 2022

Hasta que la plata nos separe... y la construcción del amor.

Por Raven Haired

Muchas veces pedimos que haya tramas originales en las telenovelas que vemos actualmente, muchas veces criticamos el hecho de seguir re-versionando la historia de La Cenicienta, muchas mujeres ya no queremos ver el arquetipo del príncipe azul perfecto, y creo que a pesar de que Fernando Gaitán fue un escritor prominente de finales de los 90´s lo entendió todo, me sorprende que en los últimos años a pesar de tener nuevas versiones de sus telenovelas (Betty en NY por mencionar alguna) las historias nos sigan sorprendiendo por los temas actuales que toca y por desafiar los canones establecidos por años.

Hoy quiero hablar de Hasta que la plata nos separe. Es una telenovela escrita por Fernando Gaitán, el genio creador de Betty la fea. Estrenada originalmente en 2006 fue un boom televisivo que ha llegado a diferentes rincones del mundo. En su momento cuando se hizo la versión mexicana con Itatí Cantoral y Pedro Fernández, yo debo confesar que la veía por pedacitos y mis papás no se perdían ningún episodio, cómo mi papá se llama Rafael supongo que le hacía gracia que el personaje de Pedro Fernández se llamará como él, recuerdo que ellos estaban fascinados con la telenovela, a mí me parecía un poco absurda y boba, así que nunca me atrapó del todo, pero muchas veces en casa era tema de conversación. En recientes fechas Netflix (mi casa) estrenó una nueva versión y al parecer ha sido un gran éxito dentro de la plataforma. 

Esta vez por alguna suerte del destino, la vi anunciada en Netflix y sólo quise ver algún capítulo por curiosidad, bendito destino semi-cruel, ya que me atrapó totalmente, fue la trama, la química de los actores protagonistas, la producción, las actuaciones, la fotografía, tantas cosas que no se ni por donde empezar. Debo confesar que una vez que la empecé a ver, no me pude detener, comí, tejí y casi dormí viendo la telenovela, hasta que no le vi fin.

Pero en este nuevo gran descubrimiento he podido observar varias cosas. Tenemos a un protagonista que se enamora de una mujer rica (venida a menos), y tenemos a una protagonista que de vez en cuando hace de villana. Él pobre, descuidado y "feo" pero carismático con positividad tóxica. Ella mujer con problemas de ira, a veces superficial, a veces un poco ingenua, pero no virginal, ni pura, ni santa. Ambos con relaciones estables pero tóxicas y obligatorias hasta cierto punto. Ambos atados a sus parejas por promesas de índole sexual y por lo tanto llenas de manipulación, ella con un hombre atractivo que le ha dado noches apasionantes y candentes, que se cree es de su mismo nivel social e intelectual. Él esperando que su novia bonita y buenota se anime a darle por fin el tesorito "puro" y "virginal". Ambos a punto de casarse con los amores de sus vidas.

Y esto es lo que me gusta de esta telenovela, que ambos protagonistas son personas sexualmente activas, "enamorados" de sus respectivas parejas. Ambos son personas no de 16 o 18 años, por lo menos los actores que interpretan los papeles rondan los 39 años y los personajes son de esas edades mas o menos. Ninguno de los dos recibe un castigo moral por aceptar sus bajas pasiones, y eso la vuelve interesante ya que se nos plantea un escenario en el que ambos se van interesando uno en el otro, cómo yo creo que muchas veces se interesan las parejas. Pero vamos por partes, y quiero analizar cómo se va construyendo la historia de amor entre Alejandra y Rafael.

Rafael al ser un buen tipo, ingenuo, soñador, encantador y simpático. Logra muchas cosas a través de su actitud de trabajar arduamente hasta conseguir sus metas, metas que no suelen ser ambiciosas, él no trabaja para ser rico o para darse lujos, él trabaja para mantener a su mamá alejada del desgaste que le ha dado la edad, y para pagar la universidad de su hermana. Cuando conoce en fatídicas circunstancias a Alejandra, él la encuentra preciosa, admira su belleza y se da cuenta que es una mujer de buena cuna, pero sólo puede apreciar su físico, algo que va a marcar durante toda la historia, pero que da un giro ya que a pesar de las cicatrices que ella tanto detesta él las reconoce cómo un adorno precioso que solo hace que resalte aún más su belleza natural. A Rafael Alejandra le entra por los ojos, y al final descubre que ella tiene buen corazón, alegría, diversión y desfachatez, cómo él.

Alejandra es una mujer que aprendió a fijarse en las apariencias, que entiende que si ella deja de ser bonita su novio adorado la va a dejar, sabe que debe trabajar para un padre que está perdiendo la memoria, que debe tener una fuerte cantidad de dinero para pagar las deudas millonarias que le ha generado una hacienda embargada, y que quiere pagar una boda carísima para satisfacer las demandas de su novio vividor. No es una mala mujer, pero ha aprendido a ser dura con sus empleados, ha aprendido a que todo en la vida es trabajar y ganar dinero. El día que conoce a Rafael, todo en él le produce rechazo, le provoca odio y desprecio, lo considera un hombre malo que acabó con su vida (o sea con su dinero y belleza). Pero poco a poco lo va valorando, lo encuentra encantador, noble, de buen corazón. A Alejandra Rafael la conquista por el corazón, por la bondad y las palabras bonitas que nadie le había dicho, Rafael la quiere con sus cicatrices que la hacen "fea", la quiere sin dinero, sin hacienda, fracasada y triste. Ella poco a poco se da cuenta que él tampoco está de mal ver, que tiene su encanto y su guapura.

Claro que es una telenovela en la que hay situaciones fantásticas y rebuscadas, pero se agradece que no sea la típica historia en la que los protagonistas se enamoran a primera vista, hay una construcción del amor que sienten el uno por el otro, hay atracción, pasión y complicidad, que se va dando a lo largo de varios capítulos. 

No hay que dejar de lado que a pesar de todo, una telenovela por cómica o banal que se vea, puede tener un trasfondo de crítica social, en este caso la telenovela toca temas como la pobreza; el empeño que ponemos en solo hacer dinero y no vivir para algo más; critica a la familia machista Latinoamericana; incluso puedo destacar que tiene un poco de crítica a la religión y a salir de los esquemas que ésta marca; habla sobre sexualidad e infidelidad; marca mucho la honestidad y cómo debemos ser fieles a nuestros valores sin caer en un discurso moralista ortodoxo.

En conclusión, se lleva un 6 de 5 estrellas en mis gustos personales, se ha convertido en una de mis telenovelas favoritas, la recomiendo ampliamente si gustan de reír y de llorar. Es una gran historia de enemies to lovers. Gran opción para entretenerse durante varias semanas, o unos pocos días con sus noches.